El Camino eslovaco se puede hacer todo el año, pero en términos de clima, los meses más favorables son mayo, junio, septiembre y octubre.
También es posible hacerlo durante los meses de verano, es decir en julio y agosto pero debes tener en cuenta que puede hacer mucho calor y que te pueden pillar las tormentas típicas de la tarde. Lo mejor será que te levantes más temprano y aproveches que en esta época el sol aquí sale muy pronto. Intenta llegar a tu meta alrededor de la una de la tarde, antes de que la temperatura suba a su máximo.
El resto del año los días son mucho más cortos y en el invierno suele haber mucha nieve y hielo en la montaña. Por eso estos meses son más adecuados para peregrinos con experiencia y buen estado físico, quienes no tienen problema con el mal tiempo, terrenos más difíciles y mochilas más pesadas. Recuerda además que no todos los hospedajes están abiertos todo el año.